fluye con facilida...

vida


Y me quedé con las principales fuentes de vida. Un poco de risa mesclado con cólera. Ese verde cada ves se va intesificando y a la vez pierde azul. Claro no se quedan atras los oyos en los pantalones donde se mete un poco de viento para recordarnos el momento. Esas sabanas que nos dicen cuándo y por qué. Casi decido si me quedo con el rojo que nos tiñe o el verde que nos vive. Entonces el azul ¿? nos mata. Algo con escarcha esta cubriendo los días y los hace mas espesos. Algo se va metiendo en los oidos y hace que nos eluda. Ya esta asfixiando el ruido mientras me debora el mostruo de tus ojos. Lo echado al viento vuelve con la parte amarilla, mientras el naranjo calla en su posición. El frío calienta nuestras manos haciendo lo mismo con las promesas. Con un nudo en la garganta siento como va corriendo en la sangre, esa que se tiño de azul o rojo ¿?. La canción mata, el viento seca, la tierra corta. La escarcha niega al brillo dejano agujeros en el bolso de tus mentiras. Y si dicen que es cierto, me quedo con el verde, ya que el café no se matiene. Si me dicen que el naranjo murío, lo niego, porque el naranjo es la muerte. El amarillo se fue opacando para que el café saliera y así el azul pudiera arrancar. El rojo se quedo mirando al verde como cubría la vida. El verde espera al naranjo para decirle que la vida no es rosa. Quebrado el dulce murmullo se fueron los días grises con distintos sabores de azúcar. Los tonos se aclararon dándole paso al canto. El canto vive con un nuevo verde. Las marchas de la felicidad empiezan con un nuevo nombre. Uno, dos, tres y el naranjo atrapó el café. Cuatro, cinco, seis: lo que corría por dentro se seco con las últimas aspiraciones. El azul se convirtío en humo y se llevó al amarillo. Siete, ocho, nueve: Salío la nube con agujeros por dentro, dejó caer el peso y me callo ensima. El rojo tiño solo dos veces y se atrapó en las venas, dejando solo lo que tiene compañia. Diez: pido clemencia y a la vez ayuda. Espero respuesta con un tono verde marino, para que el azul cuando baje tenga donde quedarse.


hace un año más dos