fluye con facilida...

Peyote

Prepárense para los problemas y más vale que teman; sin pánico por favor. Evitemos escenas melodramáticas, son casos sumamente relevantes en sus vidas nada cotidianas. No se quedan dormidos ante la adversidad, mar o tierra. Da lo mismo. El fuego a veces ni los quema, y deja que sus manos lo toquen. Nadie los lleva a bajo y por nada del mundo se dejan abatir por problemas insignificantes. Grandes piedras para nosotros. Echas por nosotros. Y cuando nosotros paramos, ellos siguen caminando directo hasta donde se proponen. ellos queman papeles sin miedo a ser quemados. Amor y prosperidad, para nada. Podrían matarnos sin piedad o remordimiento alguno. Que no se te escape de las manos, que son mejores. Pueden esperar sin parar, saciando sus propias expectativas y así aniquilando las nuestras; acompañadas de la calma que se pierde con cada respiración que dan. Pueden apuntar y jalar; y llamarlo amor. No les tiembla el tino ante nada. Quizá solo a sus suplicas desconocidas; que no puedo nombrar. Tienen pruebas para todas las cosas, no necesitan paraguas bajo la lluvia pues no tienen que lavar evidencias. Después de todo, nosotros tenemos más vida. Quizá ellos mueven el mundo y nosotros solo somos parte del movimiento común. y el viento que corre con brisa es el murmullo de sus palabras o roce de cuerpos. Las tormentas son sus tormentos y nuestras muertes. Sus risas son los pájaros locos que posan para el sol. Sus golpes son las explosiones. Sus cantos se los lleva el mar en los atardeceres y hace caer la noche, aparecer estrellas y menguar la luna. Como se les venga en mente pueden florecer en cualquier parte y momento. No necesitan ir de la mano o ser evidentes al tacto. No es su mejor juego. No se dejan influenciar ante miradas frágiles, aún fuertes que sean los golpes. El humo los eleva a su mejor karma, y las flores no caen antes sus pies. Satélites, nos graban cada paso sin influenciarnos. Que risa, que tienen un último amor. Cohetes, los tienen como segunda opción. Despréndete, escucha y abre los ojos... que no están tan lejos

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